lunes, 24 de agosto de 2009

Transplantes de genoma sin rechazo: un paso hacia la vida artificial.


En su camino hacia la creación de una célula sintética, investigadores del Instituto J. Craig Venter (EE.UU.) han desarrollado una técnica para generar cepas bacterianas modificadas a partir de genomas clonados y modificados en levaduras. Informan de todo ello en Science.

El año pasado, Venter, uno de los autores del artículo [*], informó de que su equipo había creado un genoma bacteriano sintético y lo había clonado en una célula de levadura. Sin embargo, fueron incapaces de transferir el genoma a una célula que lo usase para producir la versión operativa de un organismo. En este artículo, los investigadores presentan la técnica para hacer exactamente eso.

El equipo del Venter primero clonó el genoma de la bacteria Mycoplasma mycoides dentro de una levadura. Alteraron entonces el genoma, usando algunas del montón de herramientas que existen para la manipulación de los genes de la levadura. En el paso más crítico, transplantaron ese genoma bacteriano ligado a la levadura a una bacteria relacionada Mycoplasma capricolum, acuciándola para que tomara este “programa genético y lo cargase”, en palabras del autor destacado para recibir la correspondencia Sanjay Vashee, generando de esta forma una cepa mutante.

La dificultad que Vashee y el equipo tuvieron que superar para conseguir este logro estribaba principalmente en esquivar el equivalente bacteriano a un sistema inmunitario: las enzimas de restricción [en la imagen en verde y violeta, enlazada a una hélice de ADN]. Estas enzimas, que se cree que evolucionaron como forma efectiva de eliminar los genomas de los virus invasores de las células bacterianas, impedían el transplante del genoma modificado de M. mycoides al tipo salvaje de M. capricolum. El grupo realizó dos ajustes que solucionaron el problema. En primer lugar inactivaron las enzimas de restricción de M. capricolum. Por si esto no fuese suficiente, modificaron químicamente el genoma mutante de M. mycoides en los lugares donde las enzimas rompen habitualmente los genomas de los intrusos.

Décadas de investigación en la genética de las levaduras han proporcionado un amplio conocimiento de cómo realizar manipulaciones genómicas en éstas, un conocimiento que no existe para otros microorganismos. Esta técnica permite usar lo que se sabe de manipulación genética en levaduras para alterar los genomas de esos otros microorganismos.

El quipo del Instituto Venter está aplicando esta técnica a su objetivo a largo plazo de construir la “célula mínima”. Quitan trozos del código genético de M. mycoides y M. genitalium, y los genomas sin estos trozos se reimplantan para ver si las células todavía “funcionan”, de esta forma intentan averiguar qué es lo mínimo para la existencia de la vida... y después crearla desde cero.

[*] Y un personaje interesantísimo; responsable de que el genoma humano se completase en el 2000, entre otras cosas; si no le dan el Nobel será por motivos políticos; su autobiografía, A Life Decoded, se lee como una novela de acción trepidante, pero en vez de tiros hay cromosomas. No es la primera vez que recogemos en Experienta docet sus logros, por ejemplo Vida de síntesis.

Referencia:

Lartigue, C., Vashee, S., Algire, M., Chuang, R., Benders, G., Ma, L., Noskov, V., Denisova, E., Gibson, D., Assad-Garcia, N., Alperovich, N., Thomas, D., Merryman, C., Hutchison, C., Smith, H., Venter, J., & Glass, J. (2009). Creating Bacterial Strains from Genomes That Have Been Cloned and Engineered in Yeast Science DOI: 10.1126/science.1173759

1 comentario:

Facu dijo...

Habia visto la confrencia de Venter en TED sobre este mismo tema, realmente impresionante, la recomiendo. Cada año sorprende con algo distinto. No se con que nos vendra el año que viene!