jueves, 21 de diciembre de 2006

Libre albedrío y neurociencia

La filosofía moral se basa en la presunción de la responsbilidad individual o colectiva por los actos. Esta responsabilidad se extingue si no existe una voluntad libre. Conforme avanza la investigación en neurociencia el libre albedrío parece ir desapareciendo. En el interesantísimo artículo de The Economist que cito más abajo se hace una exposición del estado de la cuestión. Sin embargo, su párrafo final dice

Without a belief in free will, an ideology of freedom is bizarre. Though it will not happen quickly, shrinking the space in which free will can operate could have some uncomfortable repercussions.

Sin una creencia en el libre albedrío, una ideología de la libertad es estrafalaria. Aunque no ocurrirá rápidamente, el espacio cada vez más reducido en el que el libre albedrío puede actuar podría tener algunas repercusiones incómodas.

No cabe duda de que aquí nos enfrentamos a otra cuestión que dada por supuesta, no se considera siquiera ,y es un punto clave: la noción de libertad. ¿Cómo la definimos? Spinoza ya dijo en el siglo XVII que desde el punto de vista de la eternidad no existe nada que pueda llamarse causa libre y sin embargo construyó un sistema filosófico que se basa precisamente en la verdadera libertad, esto es, en el conocimiento de las causas verdaderas. Muchas veces se interpreta que el determinismo es un fatalismo y, en mi lectura de Spinoza al menos, esto no es así. Los hechos son explicables por sus causas a posteriori o, dicho de otro modo, sólo podemos hablar del futuro en términos de probabilidad, esto es, tenemos que tomar decisiones aunque no seamos conscientes de qué es lo que nos lleva a tomarlas. También anticipó que no todo el mundo podría admitir esta filosofía precisamente por las implicaciones morales que para muchos conllevaría el que no hubiese un dios justiciero o sus actos pudiesen ser excusables ante el estado amparándose en la "falta de libre voluntad". Spinoza recomendó potenciar el estado como garante de las libertades individuales y el no perseguir a las religiones, pues estas contribuyen (bien entendidas) a que las personas que no puedan afrontar la verdad tengan un marco moral estable compatible con la sociedad.

http://www.economist.com/opinion/displaystory.cfm?story_id=8453850

martes, 19 de diciembre de 2006

Una teoría alternativa para la gravedad

El recurso a la materia y energía oscuras que hace el modelo estándar para explicar las obsevaciones astronómicas siempre me ha recordado al flogisto y al éter. Puede que explique algunas observaciones pero no es una solución elegante como para ser una descripción de la realidad. La teoría de J.D. Bekenstein en la que aparte de un tensor para describir la gravedad se emplean tambien un vector y un escalar, y conocida por ello como TeVeS, es capaz de describir muchos fenómenos sin recurrir a nada oscuro. Lo mismo no es la definitiva pero, de momento, parece más armoniosa.

Las investigaciones sobre la TeVeS siguen. Acaba de publicarse un artículo en el que se demuestra que es capaz de explicar las formación de grandes estructuras. Una noticia sobre el mismo puede leerse aquí: http://www.physorg.com/news85310822.html

viernes, 10 de noviembre de 2006

¿Y si la moral fuese innata?

¿Cómo adquieren los hablantes el idioma? Desde el punto de vista de Chomsky, una parte importante de este conocimiento es innato, una cuestión de dotación biológica específica de los humanos. Los hablantes pasan de un estado inicial de la facultad lingüística, que comparten, a un estado adquirido, que desarrollan por la exposición a datos lingüísticos primarios. El estado inicial se caracteriza por los principios de la “gramática universal”: un conjunto finito de principios interactivos que permiten la variación paramétrica dentro de un cierto margen. La variedad de idiomas humanos se explica por los diferentes vocabularios y disposiciones paramétricas de los principios universales que caracterizan los estados adquiridos de la facultad lingüística de diferentes hablantes.

¿La moral podría ser adquirida de igual manera? El primatólogo Frans de Waal lleva argumentando mucho tiempo que las raíces de la moral humana son evidentes en animales sociales como los gorilas o los monos. Los sentimientos de empatía de los animales y sus expectativas de reciprocidad son comportamientos esenciales para la vida en grupo de los mamíferos y pueden ser considerados como el equivalente a la moral humana. El paso adelante lo ha dado Marc Hauser, un biólogo de Harvard, especializado en comunicación animal y que ha realizado trabajos en colaboración con Chomsky. En su libro “Moral Minds” (Mentes morales) recién aparecido, se basa en las ideas de de Waal para proponer que las personas nacen con una gramática moral grabada en sus circuitos neuronales por la evolución y que esta gramática genera juicios morales instantáneos que, en parte por las rápidas decisiones que se deben tomar en casos de vida o muerte, son inaccesibles a la mente consciente. La gente no se da cuenta de este proceso porque la mente suele elaborar racionalizaciones plausibles de porqué se llegó a una decisión generada subconscientemente.
Lo que presenta Hauser es una hipótesis de trabajo, una teoría que hay que probar. Pero, si fuese cierta, las implicaciones son importantes. De momento para los educadores y padres, que deberían ser conscientes de que no parten de cero a la hora de inculcar unas normas de conducta sino que están dando forma a un comportamiento innato. Sugiere asimismo que las religiones no serían una fuente de códigos morales sino, más bien, los agentes sociales para codificar un comportamiento moral instintivo. En otro orden de cosas, ¿llevaría a religiones como la Católica, que reconoce el valor de la ciencia [no mencionamos el Islam o los cristianos evangélicos montaraces], a reconsiderar partes fundamentales del Catecismo como 1796 La conciencia moral es un juicio de la razón por el que la persona humana reconoce la calidad moral de un acto concreto?

Fuentes:
“Chomsky, Noam” en The Oxford Companion to Philosophy, Honderich Ed. (1995)
Wade, Nicholas. “An Evolutionary Theory of Right and Wrong” en The New York Times 31 de Octubre de 2006. http://select.nytimes.com/gst/abstract.html?res=FB0F12FD395B0C728FDDA90994DE404482

jueves, 2 de noviembre de 2006

Rizando el rizo:la alternativa a la teoría de cuerdas

Hace poco encontré este artículo en The Economist y me pareció lo suficientemente interesante como traducirlo y ponerlo a disposición de los hispanohablantes. Una nueva “teoría del todo” está ganando terreno.

A los físicos les gusta tener todo limpio y ordenado. Asumen que el universo debe estar gobernado por un solo conjunto de reglas y están por lo tanto molestos, por el momento, por tener que basarse en dos conjuntos. Uno, llamado mecánica cuántica, describe las pequeñas partículas fundamentales de las que consiste la materia y las fuerzas mediante las que interactúan esas partículas. El otro, llamado relatividad general, describe la fuerza de la gravedad, que mantiene a los objetos grandes juntos.

El reconciliar estas dos descripciones universales ha ocupado las mentes de algunos de los físicos más brillantes, pero falta aún un resultado incontestable. Hasta hace poco, la esperanza más extendida era que alguna versión de una idea llamada teoría de cuerdas prevalecería. Pero la teoría de cuerdas ha estado presente durante décadas sin suministrar lo que se esperaba de ella, y este fallo ha envalentonado a los protagonistas de una explicación alternativa a dar un paso adelante.

La teoría gravitatoria cuántica de bucles, como se conoce a esta rival, fue soñada en 1986 por Abhay Ashtekar, de la Universidad Estatal de Pennsylvania. Rescribió las ecuaciones de la relatividad general para hacerlas compatibles con la mecánica cuántica. Sin embargo, realmente despegó como alternativa a la teoría de cuerdas cuando fue recogida por Lee Smolin, ahora en el Instituto Perimeter de Waterloo, Ontario, y Carlo Rovelli, de la Universidad de la Méditerranée en Francia. Juntos desarrollaron la idea del Dr. Ashtekar para mostrar que el espacio y el tiempo no son lisos, como requiere la relatividad general, sino que viene en minúsculos y claros pedacitos.

Esta granulosidad surge de lo que es la diferencia más importante entre las dos teorías. Los teóricos de las cuerdas piensan que el mundo está hecho e materia que existe independientemente del espacio y el tiempo. La materia en cuestión consiste de partículas que están formadas a partir de diferentes vibraciones de “cuerdas”. (Las cuerdas se llaman así porque vibran de una manera que es similar, al menos matemáticamente, a las vibraciones de las cuerdas de un instrumento musical.) De acuerdo con la teoría de cuerdas, el espacio y el tiempo son un fondo fijo que tiene una estructura geométrica – un escenario estable en el que la representación de la naturaleza tiene lugar.

La teoría gravitatoria cuántica de bucles es, en la jerga, independiente del fondo. Esto significa que los teóricos que trabajan en ella creen que las leyes de la naturaleza pueden ser expuestas sin hacer ninguna suposición previa acerca de la geometría del espacio y el tiempo. El espacio y el tiempo son meras consecuencias de estas leyes. La teoría gravitatoria cuántica de bucles puede ser visualizada, como su nombre indica, como una malla de rizos. Según sus reglas, no tiene sentido dónde existe esta malla en espacio y el tiempo, porque la malla es la sustancia de las que el espacio y el tiempo están compuestos.


Esto es significativo porque altera radicalmente la comprensión que los físicos tienen de la realidad. El espacio ya no es el escenario en el que se representa el desfile de la existencia; se convierte en parte de la obra. De hecho, los teóricos que trabajan en la gravedad cuántica de bucles piensan que la materia en sí misma es meramente el resultado de retorcer y trenzar lazos de espacio-tiempo. Una partícula fundamental se crea cuando tres lazos se unen en una trenza. Si uno de los lazos de la trenza está retorcido, da como resultado una partícula con carga eléctrica. Si está retorcido en la dirección opuesta, la partícula tiene la carga opuesta. Y si está retorcido dos veces, la partícula adquiere el doble de carga. Hasta ahora, los teóricos han descrito cómo tres de las 16 partículas del Modelo Estándar de la física de partículas podrían crearse de esta manera.

La teoría de cuerdas es la más establecida de las dos; alrededor del 90% de los físicos teóricos están comprometidos en su desarrollo. Pero tanto ésta como la teoría gravitatoria cuántica de bucles albergan problemas sin resolver. El más importante, que ninguna ha sido probada experimentalmente. Ni, a pesar de mucha charla esperanzada al respecto, hay mucha posibilidad de que se pueda idear un experimento. Mientras que los colisionadores de la física de partículas y los observatorios espaciales podrían descartar algunas de las versiones más exóticas de cada una, nadie ha sido capaz de sugerir una forma de decidir entre ellas en general.

El tener dos candidatas para una teoría del todo es casi tan insultante para los físicos como su incapacidad para conciliar la mecánica cuántica y la relatividad general en primer lugar. Realmente preferirían sólo una. Esto podría conseguirse encontrando cual es correcta y cual equivocada, descubriendo que tanto la teoría de cuerdas como la gravedad cuántica de bucles están equivocadas y que una tercera teoría es correcta, o encontrando que estas dos teorías pueden ser unificadas. Desgraciadamente, 20 años después, cómo se pueda hacer esto sigue siendo esquivo.

Fuente (en inglés): http://www.economist.com/science/displayStory.cfm?story_id=7963608

miércoles, 1 de noviembre de 2006

Einstein´s God

Este artículo lo publiqué en Mysterium Magazine (www.mysterium.org) en la edición de enero de 2006. Próximamente en español.



In 1.980, a TV series was reaching an audience of more than 140 million people all over the world. What made the phenomenon so singular was that it was not a sitcom but a serious effort to popularise science. Its name was “Cosmos”. Carl Sagan was able to present difficult concepts in such a way that many people thought for the first time they were able to understand mythical scientific theories like special relativity. The scientists involved in the development of these theories were also presented. One of them was somehow different from the rest: Albert Einstein.
In 2005 we have commemorated the centennial of the publication of a series of articles that changed definitively our views of the universe: about the brownian motion (demonstrating indirectly the existence of molecules), about the so-called special relativity theory (refining Newton´s physics) and about the photoelectric effect (that officially deserved a Nobel Prize). To explain the photoelectric effect Einstein used a recently (1901) published theory by a physicist called Max Planck, quantum theory, thus giving almost a definitive support to it. Quantum theory was able to explain a lot of things and its development was very quick. But then something very strange happened: some logical consequences of the theory (with a growing experimental support) were not accepted by Einstein. Among them the most important was Heisenberg´s uncertainty principle.Isaac Asimov says, after explaining its implications, “ the principle of uncertainty has in no way shaken the attitude of scientists toward scientific investigation”. That was not quite true for Einstein. In 1930 (only 2 years before Heisenberg was awarded his Nobel Prize) he was still trying to disproof it (Bohr proceeded to show that Einstein´s attempted disproof was wrong). It was shocking to hear how he expressed his ideas when asked about the question: they did not seem scientific but religious!: “Subtle is the Lord, but not mistrustful” or “That God plays with dice and uses telepathic methods is something I can not believe even for a second” are well known quotes.Then the question arises: Which God is Einstein referring to?, which were his beliefs that were so strong as to think for the rest of his life there should be another explanation to the physical phenomena the quantum theory had so successfully explained? When he was asked his answer was “I believe in Spinoza’s God who reveals himself in the orderly harmony of what exists, not in a God who concerns himself with the fates and actions of human beings.”
Among the many different thinkers who have either regarded themselves as, in a broad sense, spinozists, or as strongly influenced by him, are, apart from Einstein, Goethe, Lessing, Heine, Nietzsche, George Eliot, Freud, Bertrand Russell, Mark Twain, Arne Naess and George Santayana. All of them considered themselves, using Scruton´s words, “members of a sacred order whose servants were transported to a supreme and certain blessedness”. This order is philosophy understood as a way of life, not as a weapon to be used in intellectual battles. Its founder was Baruch (Benito, Bento, Benedictus) Spinoza, a Dutch sephardic-jew-born lens grinder who lived in the Netherlands between 1632 and 1677. He lived at a time when scientific discovery, religious division, and profound political change had revolutionized the nature and application of philosophy.Spinoza appeared to his contemporaries, and for many years after his death, he was regarded as the greatest heretic of the 17th century. He only published two books in his lifetime, the second one anonymously for reasons of prudence with a falsely titled frontispiece and binding. Shortly after his death “Opera Postuma” was published by his friends, containing the “Ethics”, one of the major and most influential works of Western philosophy.The “Ethica More Geometrico Demonstrata” is presented as a deductive system in the manner of Euclid. Each of its five parts (“Concerning God”; “On the Nature and Origin of the Mind”; “Concerning the Origin and Nature of Emotions”; “Of Human Bondage, or the Strength of Emotions”; “Of the Power of the Intellect, or of the Human Freedom”) opens with a set of definitions and axioms and is followed by a series of theorems proved upon the basis of what precedes them, with more informal remarks in scholia and appendices.In part 1 Spinoza proves (or intends to prove) that there is only one substance, and this answers both to the traditional meaning of “God” and of “Nature”. Thus God did not create but is Nature (Deus sive Natura). This claim is derived pushing the traditional notions of an individual substance to its limit.
But, is Spinoza´s God Einstein´s? Their views have some coincidences but differ in fundamental aspects. In order to illustrate this a couple of examples will suffice.Einstein usually speaks of the order of what exists, as in the quote above. He also wrote about it. For instance in 1931 in “ The World as I See It” he concluded: “ I am satisfied with the mystery of the eternity of life and with the awareness and a glimpse of the marvellous structure of the existing world, together with the devoted striving to comprehend a portion, be it ever so tiny, of the Reason that manifests itself in nature”. Compare this with what Spinoza says in the Appendix to Part 1 of the Ethics: “When phenomena are of such a kind, that the impression they make on our senses requires little effort of imagination, and can consequently be easily remembered, we say that they are well-ordered; if the contrary, that they are ill-ordered or confused. Further, as things which are easily imagined are more pleasing to us, men prefer order to confusion--as though there were any order in nature, except in relation to our imagination--and say that God has created all things in order; thus, without knowing it, attributing imagination to God, unless, indeed, they would have it that God foresaw human imagination, and arranged everything, so that it should be most easily imagined. If this be their theory they would not, perhaps, be daunted by the fact that we find an infinite number of phenomena, far surpassing our imagination, and very many others which confound its weakness.”. This last sentence in particular seems to apply very well to the relationship of Einstein with Heisenberg´s uncertainty principle.Einstein, a violinist himself, refers more than once to the harmony of the universe. This is precisely the kind of “nonsense” Spinoza attacks in the same Appendix: ”…And such things as affect the ear are said to produce noise, sound or harmony, the last of which has made men so insane, that they have believed that harmony delights God. Nor have there been wanting philosophers who assert that the movements of the heavenly spheres compose a harmony. All of which sufficiently show that each one judges concerning things according to the disposition of his own brain, or rather takes for things that which is really the modifications of his imagination”Spinoza´s system is a whole: you take it or you leave it, but you cannot take a part of it and call yourself Spinozist. Spinozism is a sound logical system, i.e., if you accept its axioms and assumptions you must accept all the logically derived propositions. Consequently, Einstein should not be regarded as a Spinozist as he could not accept a pivotal idea: there is no order in Spinoza´s Nature (i.e., God).
But then, which was Einstein´s belief? Most likely, considering both what he said and what he did, he was a romantic pantheist with a superficial knowledge of Spinoza, probably coming more from the German Pantheismusstreit and Novalis than from the German and Dutch scholarship of the beginning of 20th century. It is dubious that he had read the Ethics completely, if any (assuming he would have comprehended it if he actually had). His quest for a unification theory - as his rejection of quantum theory -, alone, for more than 25 years, only confirms his romantic views of science, the universe and God. It is not an exaggeration to affirm that Einstein can be considered the last 19th century scientist.On the other hand, Spinoza would have enjoyed very much Carl Sagan´s “Cosmos”. However, he surely would have politely suggested a change in the name of the program.

Do you want to know more about…?

1. Carl Sagan´s “Cosmos”: Sagan, Carl; “Cosmos”, Random House
2. Einstein´s ideas and opinions: Einstein, Albert; “Ideas and Opinions”, Wings Books
3. History of Physics:Asimov, Isaac; “The History of Physics”, Walker & Co.
4. Spinoza:Scruton, Roger; ”Spinoza”, Oxford University Press
5. Spinoza´s “Ethics”Spinoza, B.; “Ethics”, Everyman