martes, 6 de julio de 2010

Lo que hueles altera lo que ves.


El sentido del olfato humano es mucho menos importante que la vista. Sorprendentemente, se ha encontrado que influye de forma significativa sobre la visión, tanto como para que lo que huelas altere lo que percibes visualmente. La investigación, dirigida por Wen Zhou del Instituto de Psicología de la Academia China de Ciencias, aparece publicada en Current Biology.

Estudios anteriores habían encontrado una conexión entre la vista y el oído y el tacto, pero esto es algo que cabe esperar. El que el olfato influya en la percepción visual es mucho más extraño y llamativo: el olfato está considerado el sentido más antiguo y, siendo la vista mucho más moderno evolutivamente y claramente dominante, no se espera que el olor pueda influir en lo que ves.

Los humanos integramos la información de todas las modalidades sensoriales para hacer una composición del mundo que nos rodea, pero le damos distinto “peso” a cada modalidad basándonos en la fiabilidad de la información. En este sentido, parece bastante probable que al olfato se le dé un peso mucho menor que a la visión.

Para determinar hasta qué punto influye el olfato en la visión, los investigadores presentaron a los voluntarios dos imágenes completamente diferentes (una rosa o dos rotuladores Sharpie) a cada ojo, prueba que se conoce como rivalidad binocular. Como el cerebro no puede procesar simultáneamente estos estímulos contradictorios, los sujetos ven una alternancia de las dos imágenes. El equipo de Zhou repitió la prueba pero, en esta ocasión el sujeto olía una sustancia simultáneamente. Esta sustancia tenía un olor parecido al de una rosa o al de un rotulador. En este caso, la imagen que correspondía con el olor presentado se veía durante más tiempo. Este resultado sugiere que el cerebro había integrado los dos tipos de estímulos sensoriales.

Cabría la posibilidad de que la asociación consciente del olor con la imagen influyese en lo que los voluntarios ven más tiempo. Para comprobar que esto no era así los investigadores diseñaron otro experimento. A los sujetos se les mostraba una de las dos imágenes a un ojo, mientras que el otro era sometido a flashes de luz; en estas condiciones no se puede ver la imagen conscientemente. Pero cuando la imagen iba acompañada por su olor correspondiente sí conseguían verla. Dado que los sujetos no podían ver la imagen antes de oler la fragancia, el proceso parece ocurrir inconscientemente.

Este estudio se refiere sólo a un comportamiento, no nos dice nada de los mecanismos neurológicos subyacentes. Lo más intrigante es que los dos sistemas están localizados en los extremos del cerebro: el procesamiento de la información visual se realiza en la parte de atrás del cerebro (lóbulo occipital) en el córtex visual, mientras que la olfativa se procesa cerca de la frente. ¿Dónde se unirán?

Referencia:

Zhou, W., Jiang, Y., He, S., & Chen, D. (2010). Olfaction Modulates Visual Perception in Binocular Rivalry Current Biology DOI: 10.1016/j.cub.2010.05.059

1 comentario:

Dani dijo...

Nunca había escuchado nada parecido. La influencia del olfato en la visión. Alucinante.

Me ha recordado esto otro:

http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:BoobaKiki.png

No está muy relacionado, pero es igualmente curioso.

Gracias por tu interesante aportación