sábado, 31 de mayo de 2008

Sexo, mitos y cultura: el caso de las matemáticas.


Hace unos meses escribíamos lo siguiente en “Sexo, mitos y videojuegos: el caso de la cognición espacial” (enlace abajo):

“La situación hoy es la opuesta, la biología suele ser la primera instancia a la hora de explicar cualquier asunto relacionado con el sexo. En otras palabras, lo genético predomina sobre lo cultural. Pero la realidad es obstinada y nos recuerda que, si bien lo primero es importante, no nos podemos olvidar de la influencia del ambiente.”

Un artículo publicado por el Dr. Luigi Guiso y sus colegas, aparecido en el número del 30 de mayo de Science destruye otro de estos mitos sobre la diferencia entre los sexos en lo que respecta a las capacidades intelectivas: la diferente capacidad para las matemáticas de hombres y mujeres. La investigación demuestra que las niñas obtienen mejores resultados en matemáticas en aquellas sociedades con mayor igualdad entre los sexos, en algunos casos superando a sus compañeros varones.

El objeto de la investigación era comprobar si los factores social y cultural influían en el éxito de las mujeres en matemáticas y ciencias. En concreto, los autores se centraron en investigar empíricamente si existe una diferencia de género en matemáticas para comprender la importancia relativa de la biología y la cultura en el desarrollo de atributos mentales básicos que son valiosos a la hora de dedicarse a las matemáticas y las ciencias.

La muestra investigada fue enorme para que el estudio tuviese valor estadístico: estuvo compuesta por las respuestas que 276.000 niños de 40 países dieron al Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la OCDE (PISA, por sus siglas en inglés) en el 2003 (año en el que el programa hizo énfasis en las matemáticas).

Los resultados muestran que, si bien la pauta global es que los niños tienden a ser mejores que las niñas en matemáticas (en promedio las niñas obtienen 10,5 puntos menos que los niños - sobre 100), esta ventaja no siempre es así. En unos cuantos países, entre los que están Islandia, Suecia y Noruega, las niñas igualan o mejoran a los niños.

El Dr. Guiso y sus colegas examinaron distintos aspectos sociales que podrían explicar la variación entre países. El equipo usó cuatro herramientas para medir el nivel de integración de las mujeres en la sociedad comparado con el de los hombres. Estas herramientas fueron el Índice de Diferencia de Géneros (Gender Gap Index – GGI) desarrollado por el Foro Económico Mundial (FEM); la Encuesta Mundial de Valores; el porcentaje de mujeres de 15 o más años que tienen derecho a trabajar en cada país; y el Índice de Poder de Decisión Política del FEM, que mide la representación de las mujeres en los gobiernos.

El equipo de investigadores encontró que, en sociedades genéricamente más igualitarias, la diferencia de género en matemáticas desaparece. Por ejemplo, la diferencia de género en matemáticas casi desaparece en Suecia (GGI=0,81), mientras que las niñas obtienen 23 puntos (sobre 100) por debajo de los niños en Turquía (GGI = 0,59). No sólo la puntuación promedio de las niñas mejora con la igualdad, sino que también se incrementa el número de niñas que alcanza los niveles más altos de rendimiento.

La única área matemática en el que la diferencia no desaparece es la geometría. Parece que este campo no tiene relación con la igualdad sexual, y le permitiría a los hombres aferrarse a su cacareada superioridad a la hora de interpretar los mapas. Sin embargo, la diferencia en los resultados en lectura no sólo se mantiene, sino que se hace mayor a medida que los sexos se hacen más iguales. Los resultados promedios de lectura son mayores para las niñas en todos los países. Pero en sociedades más igualitarias, no sólo son las niñas tan buenas como los niños en matemáticas, también su ventaja en lectura se incrementa.


Sexo, mitos y videojuegos: el caso de la cognición espacial: http://cesartomelopez.blogspot.com/2007/09/videojuegos-y-el-mito-de-las.html
Original: http://www.sciencemag.org/cgi/content/short/320/5880/1164
PISA: http://www.pisa.oecd.org/document/25/0,3343,en_32252351_32235731_39733465_1_1_1_1,00.html