jueves, 3 de febrero de 2011

Memoria selectiva: para recordar hay que saber que hay que recordar.



Los humanos recibimos todos los días cantidades ingentes de información a través de nuestros sentidos. La mayor parte de ella es registrada por el cerebro provisionalmente, pero un porcentaje muy elevado será borrado (olvidado) rápidamente. En un artículo que aparece publicado en el Journal of Neuroscience un equipo de investigadores encabezado por Ines Wilhelm, de la Universidad de Lübeck (Alemania), sugiere que el cerebro evalúa los recuerdos durante el sueño y retiene preferentemente aquellos que considera más relevantes.
Hace ya tiempo que hay pruebas más que sobradas de que la consolidación de la memoria ocurre preferentemente durante el sueño. Sin embargo, los factores que influyen en la selectividad de los recuerdos que se consolidan durante el sueño son muy poco conocidos. El objetivo de Wilhelm et al. en este trabajo era comenzar a averiguar cómo el cerebro decide qué guardar para el futuro y qué olvidar.
Los investigadores pidieron a un total de 191 voluntarios que realizaran dos tipos de tarea para comprobar la retención de datos aprendidos. En la primera los sujetos tenían que aprender 40 pares de palabras (memoria declarativa). Los voluntarios que participaron en la segunda tarea tenían que asociar imágenes de animales con objetos (memoria visioespacial) y también practicaron secuencias de toques con los dedos (memoria motora procedimental). En ambos grupos a la mitad de los voluntarios se les dijo inmediatamente después de la tarea que se les sometería a examen 10 horas después. En realidad todos fueron examinados.
A algunos, pero no a todos, los voluntarios se les permitió dormir en el tiempo que pasó desde que realizaron las tareas y las pruebas. Los sujetos que pudieron dormir obtuvieron mejores resultados que los que no pudieron. Pero, significativamente, sólo las personas que durmieron y sabían que se les iba a examinar obtuvieron unos resultados sustancialmente mejores que la media.
Los investigadores también registraron electroencefalogramas (EEG) de los individuos a los que se les permitió dormir. Encontraron un incremento en la actividad cerebral durante el sueño profundo (ondas lentas) en los sujetos que sabían que iban a ser examinados. De hecho, cuanto mayor era la actividad de las ondas lentas mejores resultados obtuvieron durante la prueba. La hipótesis sería que el córtex prefrontal etiqueta los inputs como relevantes mientras estamos despiertos y que el hipocampo trata estos recuerdos de forma específica durante el sueño, consolidando el recuerdo.
Este hallazgo suscita como siempre más preguntas; por ejemplo, si la hipótesis es correcta, ¿cómo etiqueta el córtex prefrontal un item como “a recordar”?, ¿qué ocurre en el hipocampo para alterar de esa forma el EEG? Y, para quien esto escribe, estas y otras preguntas sin respuesta (de momento) lo único que evidencian es lo poco que realmente sabemos de cómo funciona nuestro cerebro.

Referencia:

Wilhelm, I., Diekelmann, S., Molzow, I., Ayoub, A., Molle, M., & Born, J. (2011). Sleep Selectively Enhances Memory Expected to Be of Future Relevance Journal of Neuroscience, 31 (5), 1563-1569 DOI: 10.1523/JNEUROSCI.3575-10.2011

1 comentario:

  1. Anónimo9:06 p. m.

    Y lo triste que resulta ver cómo a aquellos a quienes más queremos pierden cada día un poquito más de memoria... En fin, pensaremos que es ley de vida. Un cordial saludo,

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