miércoles, 31 de agosto de 2011

Parcelas en el cerebro.


Según un estudio publicado en los Proceedings of the National Academy of Sciences por un equipo de investigadores del MIT (EE.UU.) encabezado por Evelina Fedorenko, parece confirmarse que existen zonas del cerebro dedicadas al lenguaje, y solamente al lenguaje. Este hallazgo es un avance muy importante en la búsqueda de las regiones encefálicas en las que pudieran residir las funciones mentales superiores, a la par que supone un cambio en la metodología del análisis de los datos de la resonancia magnética funcional (fMRI).

La especificidad funcional hace referencia a la hipótesis de que partes concretas del encéfalo se encargan de tareas específicas. Se sabe desde hace mucho tiempo que la especificidad funcional existe en ciertas áreas: en el sistema motor, por ejemplo, existe un grupo concreto de neuronas que controlan los dedos de tu mano izquierda y otro que controla tu lengua. La cuestión es, ¿ocurre lo mismo con funciones más complejas como el reconocimiento de rostros, el uso del lenguaje o el razonamiento matemático? ¿Existen parcelas bien delimitadas del cerebro para esas actividades, o se emplean áreas multitarea que son capaces de llevar a cabo la tarea que se necesite en cada momento?

El lenguaje, una habilidad cognitiva que es específicamente humana y, a la vez, común a todas las culturas, parece el sujeto de estudio más fácilmente controlable y el primero, por tanto, en ser investigado. Sin embargo los datos obtenidos por una de las herramientas más poderosas de los neurocientíficos, la resonancia magnética funcional, ha arrojado resultados nada concluyentes, cuando no abiertamente contradictorios. Si bien los estudios coinciden en que son ciertas áreas las implicadas en el lenguaje, no se puede afirmar que sean exclusivas para el lenguaje. Muchos experimentos han encontrado que tareas no relacionadas con el lenguaje también parecen activar las mismas áreas: la aritmética, la memoria de trabajo y la música entre ellas.

Pero según Fedorenko et al. esta aparente superposición no sería más que un fallo en la metodología, es decir, en cómo los datos de fMRI se recogen y analizan. Con el nuevo método desarrollado por los investigadores se pondría de manifiesto que hay zonas del cerebro que se dedican al lenguaje y a nada más.

Los estudios del lenguaje en los que se emplea fMRI se hacen habitualmente por análisis de grupo, lo que significa que los investigadores escanean a 10, 20 ó 50 sujetos y promedian los datos para formar un “cerebro estadístico” en el que buscar las regiones activas. Pero, según los autores, esto no es demasiado correcto, principalmente porque las pequeñas diferencias anatómicas entre cerebros pueden hacer que los datos se “emborronen”, haciendo que parezca que una región está activa durante dos tareas diferentes cuando, en realidad, las tareas están activando dos áreas adyacentes no superpuestas de cada sujeto.

Fedorenko y sus colaboradores proponen, por tanto, que los datos deben ser analizados en cada sujeto individual, esto es, las pautas de actividad de un cerebro sólo deben compararse con las pautas de actividad de ese mismo cerebro. Por ello los investigadores realizan los experimentos en serie con el mismo sujeto; tras realizar una tarea lingüística inicial, cada sujeto realiza otros siete experimentos sin salir del escáner: uno de aritmética exacta, dos de memoria de trabajo, tres de control cognitivo y uno de música, ya que estas son las funciones que aparentemente compartirían áreas funcionales con el lenguaje.

De las nueve áreas analizadas, los investigadores encuentran que ocho son específicas del lenguaje. Pero ello no implica que cada función cognitiva tenga su propia trozo de córtex dedicado a ella; después de todo somos capaces de aprender nuevas habilidades, por lo que debe haber partes del córtex que sean tanto de alto nivel como funcionalmente flexibles. Pero estos resultados también son un indicio importante de que tiene sentido buscar parcelas en el funcionamiento del encéfalo humano.


Referencia:

Fedorenko, E., Behr, M. & Kanwisher, N. (2011). Individual-subject fMRI approach reveals functional specificity for language. Proceedings of the National Academy of Sciences ((In Press))

viernes, 26 de agosto de 2011

Resultados de Hayabusa: el origen de los meteoritos y los asteroides menguantes.

Sombra de Hayabusa sobre el asteroide Itokawa.


Uno de los logros más impresionantes de la astroquímica (cosmoquímica si somos puristas) acaba de adquirir carta de naturaleza con la publicación en Science de una serie de 6 artículos con los resultados de los análisis completos de unas 1500 partículas, de entre 3 y 180 µm de tamaño, recogidas directamente de la superficie de un asteroide por la sonda japonesa Hayabusa. Los datos confirman que los meteoritos que se encuentran más frecuentemente en la Tierra, las condritas, provienen de los denominados asteroides de tipo S (los rocosos, compuestos de silicio fundamentalmente) y que los asteroides disminuyen su tamaño como consecuencia de la erosión espacial, que también explica las anomalías espectrales observadas.

Pero seamos un poco sistemáticos y vayamos a los puntos clave:

Objeto del experimento y recolección de muestras.

La hipótesis principal de la misión Hayabusa era que los asteroides del tipo S son cuerpos del Sistema Solar primitivo y que son, por tanto, un registro de la historia del Sistema Solar. Para demostrarla era necesario comprobar que la composición química y mineralógica de los asteroides es idéntica a las condritas ordinarias  (meteoritos no metálicos, rocosos; no confundir con las condritas carbonáceas) que ya se sabía que eran los materiales más antiguos del Sistema Solar.

El polvo fue recogido de la superficie del asteroide 24143 Itokawa por la sonda japonesa Hayabusa en 2005 y retornado a la Tierra en 2010. El asteroide, de unos 500 metros de eje mayor y 300 metros de eje menor, estaba en ese momento a unos 300 millones de kilómetros de la Tierra.

Análisis químico y mineralógico.

Los ratios de isótopos de oxígeno medidos coinciden con los de las condritas ordinarias.

Los análisis por activación neutrónica de las muestras demuestran que los ratios hierro/escandio y níquel/cobalto son los mismos que los de las condritas ordinarias.

La composición mineralógica típica es mayoritariamente olivino, con pequeñas cantidades de plagiocasa, piroxenos, troilita y taenita.

Estos resultados demuestran inequívocamente que los asteroides de tipo S son los cuerpos originarios de las condritas ordinarias.

Se detectan isótopos de gases nobles en las muestras.

Efectos de la erosión espacial.

Solemos pensar que el espacio es un inmenso vacío y que, consecuentemente, no tendría sentido hablar de erosión de un meteorito. Pero un meteorito se ve bombardeado continuamente por partículas energéticas como el viento solar y los rayos cósmicos de alta energía así como micrometeoroides; al conjunto de procesos al que dan lugar estos agentes se le denomina erosión espacial (space weathering).

A diferencia de la erosión terrestre de las rocas, la erosión espacial puede originar reacciones nucleares, lo que simplificando, genera núclidos de gases nobles tales como isótopos de helio, neón y argón. Estos isótopos se generarían debajo de la superficie del asteroide, por lo que su presencia en el polvo recogido indicaría que estos isótopos están llegando a la superficie y se están perdiendo en el espacio: el asteroide por este proceso estaría disminuyendo su masa, como le pasa a una roca terrestre por la erosión.

Los impactos en la superficie de los protones y de los micrometeoroides, por otra parte, provocan un efecto parecido, pero a mucha menor escala, al impacto de un meteorito en la superficie terrestre: un aumento local de la temperatura y la vaporización de materiales que después se condensan y depositan. Este fenómeno en la superficie del asteroide hace que haya pequeñas partículas de hierro en el vapor que condensa. Esta presencia metálica en el vapor explica las diferencias espectrales observadas entre las condritas ordinarias recogidas en la Tierra y los asteroides. El análisis del polvo confirma esta hipótesis.

Referencias:


Información complementaria sobre la erosión espacial del asteroide Itakawa puede obtenerse aquí:  

Hiroi, T., Abe, M., Kitazato, K., Abe, S., Clark, B., Sasaki, S., Ishiguro, M., & Barnouin-Jha, O. (2006). Developing space weathering on the asteroid 25143 Itokawa Nature, 443 (7107), 56-58 DOI: 10.1038/nature05073


jueves, 25 de agosto de 2011

Rayos cósmicos y nubes: los controvertidos resultados de CLOUD.




Las mediciones realizadas por un equipo de investigadores encabezado por Jasper Kirkby en el experimento CLOUD de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, Suiza) muestra que las teorías actuales no pueden explicar completamente cómo se forman las nubes y apuntan a que los aerosoles orgánicos, minúsculas partículas sólidas o líquidas suspendidas en la atmósfera, juegan un papel importante en el proceso. Los resultados se publican en Nature.

El párrafo anterior, y los que siguen a este, corresponden a una lectura, digamos, centrada en el paper. El tema, al estar relacionado con el origen antropogénico o no del cambio climático, es mucho más controvertido y otras lecturas, que difieren bastante de la nuestra, son posibles. Desde ya invitamos al lector interesado a explorarlas. Como muestra representativa CERN Experiment Confirms Cosmic Ray Action  (parcialmente en español en El dique del alarmismo climático se resquebraja. El experimento del CERN confirma la tesis de los rayos cósmicos de Svensmark) y la versión de la propia Nature Cloud formation may be linked to cosmic rays.

Las nubes juegan un papel vital a la hora de reflejar el calor del Sol, contribuyendo de esta manera a mantener la Tierra no demasiado caliente. Los aerosoles de ácido sulfúrico actúan como semillas de aproximadamente el 50 por ciento de las nubes (no hay que extrañarse, el sulfúrico no es más que SO3 de distintas fuentes naturales – y artificiales- y agua). A pesar de la afirmación categórica, el mecanismo por el que esto ocurre es básicamente desconocido. Los rayos cósmicos galácticos (RCG) son flujos de partículas (fundamentalmente protones) que se generan en las supernovas del espacio profundo. Se piensa (hipótesis de Svensmark) que podrían jugar un papel en la nucleación de los aerosoles al formar iones que atraen moléculas polares, incrementando las tasas de colisión y ayudando a que estas agrupaciones de moléculas crezcan hasta formar gotas de agua. El objetivo del experimento CLOUD (Cosmics Leaving OUtdoor Droplets o, en traducción libre, Los cósmicos dejan gotitas ahí fuera) es aclarar de forma definitiva si los RCG tienen un efecto significativo climáticamente sobre la formación de nubes.

En la primera tanda de experimentos la cámara del CLOUD se llenó con aire ultrapuro y trazas de aerosoles de sulfúrico. Este modelo simplificado de atmósfera fue irradiado con protones provenientes del mismo acelerador que alimenta el LHC. Los iones generados por los rayos incrementaron la tasa de nucleación de los aerosoles por un factor de 10. Si se incorporaba amoniaco en las concentraciones que se encuentran en la atmósfera, la nucleación se aceleraba mil (1000) veces.

Pero incluso considerando el efecto del amoniaco, los experimentos de CLOUD no pueden explicar las tasas de nucleación de aerosoles que se observan en las capas bajas de la atmósfera. La hipótesis original quedaría descartada, para frustración de los negacionistas de factor antropogénico en el cambio climático, siendo necesaria la participación de otros aerosoles, muy probablemente orgánicos. Los principales candidatos serían terpenos oxidados u aminas orgánicas, que tendrían un efecto similar al amoniaco.

Los aerosoles constituyen el factor más desconocido en la contribución humana al cambio climático, desde cómo afectan a la reflexión de la luz solar a como participan en la formación de nubes. Sólo cabe una conclusión lógica por ahora, por mucho que algunos saquen otras: hacen falta más experimentos.

Referencia:

Kirkby, J., Curtius, J., Almeida, J., Dunne, E., Duplissy, J., Ehrhart, S., Franchin, A., Gagné, S., Ickes, L., Kürten, A., Kupc, A., Metzger, A., Riccobono, F., Rondo, L., Schobesberger, S., Tsagkogeorgas, G., Wimmer, D., Amorim, A., Bianchi, F., Breitenlechner, M., David, A., Dommen, J., Downard, A., Ehn, M., Flagan, R., Haider, S., Hansel, A., Hauser, D., Jud, W., Junninen, H., Kreissl, F., Kvashin, A., Laaksonen, A., Lehtipalo, K., Lima, J., Lovejoy, E., Makhmutov, V., Mathot, S., Mikkilä, J., Minginette, P., Mogo, S., Nieminen, T., Onnela, A., Pereira, P., Petäjä, T., Schnitzhofer, R., Seinfeld, J., Sipilä, M., Stozhkov, Y., Stratmann, F., Tomé, A., Vanhanen, J., Viisanen, Y., Vrtala, A., Wagner, P., Walther, H., Weingartner, E., Wex, H., Winkler, P., Carslaw, K., Worsnop, D., Baltensperger, U., & Kulmala, M. (2011). Role of sulphuric acid, ammonia and galactic cosmic rays in atmospheric aerosol nucleation Nature, 476 (7361), 429-433 DOI: 10.1038/nature10343


miércoles, 24 de agosto de 2011

Biología sintética con alfabeto expandido.




Un equipo de científicos encabezado por Zunyi Yang y Fei Chen, de la Fundación para la Evolución Molecular Aplicada (FAME, por sus siglas en inglés; Estados Unidos), ha creado un código genético artificial capaz de evolucionar para producir nuevos genes. El código consiste en seis bases, en vez de las cuatro habituales, y podría constituir los cimientos de una vida sintética con capacidad para mutar al azar.

Lo que el equipo de investigadores ha conseguido es crear dos nuevas moléculas que pueden introducirse en el ADN junto con las habituales adenina (A), timina (T), citosina (C) y guanina (G). Las nuevas bases, llamadas P y Z, tienen una estructura similar a las naturales pero los enlaces de hidrógeno son ortogonales. Lo anterior sería llamativo pero no novedoso: nucleótidos no habituales se han incorporado con anterioridad en el ADN, pero se terminan eliminando durante la replicación porque las enzimas que copian el ADN no los aceptan.

Según una teoría las enzimas usan la densidad electrónica para reconocer las bases “buenas”; simplificando, según las enzimas recorren el ADN la densidad electrónica detectada se mantendría continua, si la molécula no tiene la configuración adecuada la enzima no la copia. El equipo de Yang y Chen diseñó sus moléculas para que su densidad electrónica se orientase para continuar la pauta. Por tanto, el hecho de que los investigadores consiguieran la replicación de la secuencia GACTPZ en células artificiales, aparte de un paso gigantesco para la biología sintética, es una elegantísima demostración de la teoría de la lectura enzimática del ADN basada en la densidad electrónica.

Alterando las condiciones en las que el ADN se replica el equipo puede controlar el grado de precisión con el que el ADN se copia, esto es, se pueden crear ambientes en los que prácticamente puedes hacer lo que quieras con los pares de bases. Los investigadores, entre los que está Steven Benner (“padre” de la biología sintética), demuestran en este trabajo que el uso de condiciones en las que se limitan mucho los errores de copia lleva a mutaciones aleatorias en el código. Esta es la base de un sistema de evolución darwiniano.

Referencia:

Yang, Z., Chen, F., Alvarado, J., & Benner, S. (2011). Amplification, Mutation, and Sequencing of a Six-Letter Synthetic Genetic System Journal of the American Chemical Society DOI: 10.1021/ja204910n



lunes, 15 de agosto de 2011

La actividad carroñera de las células precursoras regula la neurogénesis en el cerebro.



Uno de los mayores descubrimientos de la neurociencia reciente es que los encéfalos adultos generan miles de nuevas neuronas cada día. Lo que también es cierto, pero suele mencionarse menos, es que la mayoría mueren. Un nuevo trabajo publicado en Nature Cell Biology por un equipo encabezado por Zhenjie Lu, de la Universidad de Virginia (EE.UU.), explica cómo el cerebro se encarga de las células muertas y cómo este proceso influye en la producción de nuevas neuronas.

En los humanos la neurogénesis, esto es, la formación de nuevas neuronas, cesa en grandes áreas del encéfalo en la edad adulta. Sin embargo, existen muchas pruebas de que se crea un número sustancial de nuevas neuronas en dos áreas, a saber, el hipocampo (asociado con algunas formas de memoria) y el bulbo olfatorio (relacionado con la percepción de olores).

Hay un momento en el que las células precursoras de neuronas comienzan a expresar una proteína asociada con los microtúbulos llamada doblecortina (DCX) que coincide con el momento en el que empiezan a dividirse activamente. Las neuronas recién nacidas continúan expresando DCX durante 2 ó 3 semanas, mientras maduran y se convierten en neuronas. Los investigadores han descubierto que las células progenitoras que ya expresan DCX, las llamadas DCX+, tienen un papel doble: en la regulación de la producción y en la eliminación de las neuronas fallidas.

Las células progenitoras en general actúan por lo común como un sistema de reparación del cuerpo, manteniendo el número de ciertas células especiales y con ellas la sangre, la piel y los tejidos intestinales. Este descubrimiento apunta a que estas células en el encéfalo tendrían además la habilidad de “limpiarse” unas a otras, beneficiando en última instancia el proceso de regeneración. Es decir, las células DCX+ aparte de tener su función como precursoras neuronales también actúan como fagocitos, actuando como carroñeras de sus hermanas muertas.

Podría existir la posibilidad de que este proceso pudiera ser manipulado para rejuvenecer el cerebro mediante la regulación del número de nuevas neuronas, lo que modificaría funciones cognitivas básicas, incluyendo el aprendizaje.

Referencia:


Lu, Z., Elliott, M., Chen, Y., Walsh, J., Klibanov, A., Ravichandran, K., & Kipnis, J. (2011). Phagocytic activity of neuronal progenitors regulates adult neurogenesis Nature Cell Biology DOI: 10.1038/ncb2299

miércoles, 10 de agosto de 2011

Un método para reciclar los residuos nucleares más peligrosos.




Uno de los principales problemas de la energía obtenida a partir de la fisión nuclear es qué hacer con el combustible usado. Hay una parte de él que es especialmente peligrosa que está constituida por los actinoides (vulgo, actínidos) minoritarios (AM), siendo los mayoritarios el uranio y el plutonio, ya que emiten radiación alfa y tienen vidas medias extremadamente largas. La solución actual para los AM es el almacenamiento geológico profundo.

Una alternativa interesantísima sería coger los AM y realimentarlos a la planta nuclear para que los usase como combustible y, tras el proceso, se convirtiesen en productos no radioactivos. El problema está en que no hay una forma eficaz escalable industrialmente de separar lantanoides (vulgo, lantánidos) de los AM, lo que impide que éstos puedan reutilizarse. Si existiese un método para esta separación, permitiría una reducción drástica en la cantidad de residuo de alto nivel generada y el tiempo de almacenamiento necesario pasaría de ser indefinido a un par de centenares de años como mucho. Pues bien, un método viable y, a priori, fácilmente escalable en términos técnicos y económicos, es lo que acaba de presentar un equipo de investigadores encabezado por Frank Lewis, de la Universidad de Reading (Reino Unido). Publican sus resultados en el Journal of the American Chemical Society.

En un reactor nuclear típico, en cada ciclo productivo se introducen en el sistema alrededor de 500 kg de uranio (U), lo que produce unos 859 g de residuos de alto nivel. En su mayor parte estos residuos están compuestos por AM, fundamentalmente neptunio (Np), americio (Am) y curio (Cm). Estos residuos por el momento deben almacenarse bajo capas de hormigón de varios metros de espesor.

Se estima que dentro de una década poco más o menos empiecen a funcionar (si la política no lo impide) una nueva generación de reactores nucleares que serán capaces de usar los AM como combustible, convirtiéndolos en productos no radioactivos. Estos nuevos reactores se basarán en flujos neutrónicos de alta intensidad, bombardeando el material fisible con una intensa corriente de neutrones. Con un control adecuado del flujo neutrónico se asegura una velocidad de reacción apropiada. El sistema consigue que todos los actinoides presentes sirvan como combustible, pero los lantanoides actúan como absorbedores de neutrones por lo que se consideran contaminantes de primer nivel del combustible.

Todos hemos visto alguna vez un embudo de decantación (en la foto). Uno de los usos de estos embudos es hacer extracciones, es decir, llevar una sustancia que está como parte de una mezcla disuelta en un disolvente A, a un disolvente B inmiscible con el A y de diferente densidad. La extracción de aromas naturales, por ejemplo, se hace así, donde el disolvente A es el agua y el B alcohol isopropílico o similar. Esta técnica se aplica ampliamente en laboratorio y a nivel industrial, y es la que emplea el equipo encabezado por Lewis. En este caso el disolvente A es ácido nítrico (HNO3) en el que se disuelve el residuo nuclear de alta actividad; el disolvente B es octanol en el que está presente el quid de la cuestión, un ligando de alta selectividad que es capaz de llevarse al octanol los AM pero no a los lantanoides.

El ligando se basa en una estructura de cuatro anillos aromáticos que contienen nitrógeno suplementados, y esta es la genialidad, con grupos tetrametilciclohexilo como sustitutos de los hidrógenos bencílicos, lo que convierte un compuesto fácilmente atacable por la radiación, en uno mucho más resistente. El efecto de la nueva estructura no puede ser más espectacular. Se considera que una separación es buena si el ligando “atrapa” 20 AM por cada lantanoide. El nuevo ligando obtuvo valores de entre 68 y 400.

El mecanismo preciso de acción no está claro del todo. La molécula resultante tiene forma de herradura y, permítaseme la licencia, no he podido evitar visualizar su funcionamiento como el de las pokebolas de los Pokémon (vease la imagen creativamente). Dos ligandos se acoplan a un catión formando una cavidad en la que solamente encajarían los AM.

El ligando no tiene una estructura excesivamente compleja que impida sintetizarlo a nivel industrial de forma económica (hay fármacos mucho más complejos); es resistente a los ácidos y a la radiación...La solución a buena parte de los depósitos de residuos radioactivos y a algunos de los problemas de la energía nuclear puede que ya sólo sea una cuestión de presupuestos.

Esta entrada es una participación de Experientia docet en la I Edición del Carnaval de la Tecnología que acoge La vaca esférica y en VII Edición del Carnaval de Química que alberga Feelsynapsis.

Referencia:

Lewis, F., Harwood, L., Hudson, M., Drew, M., Desreux, J., Vidick, G., Bouslimani, N., Modolo, G., Wilden, A., Sypula, M., Vu, T., & Simonin, J. (2011). Highly Efficient Separation of Actinides from Lanthanides by a Phenanthroline-Derived Bis-triazine Ligand Journal of the American Chemical Society DOI: 10.1021/ja203378m



jueves, 4 de agosto de 2011

Amazings Bilbao 2011, ¿nos vemos?


Como muchos de los lectores de este blog ya sabrán, los próximos 23 y 24 de septiembre se celebrará en Bilbao un acontecimiento singular: dos días de divulgación científica diferente. Amazings Bilbao 2011 serán dos jornadas de intervenciones (no nos gusta llamarlas charlas) de 10 minutos, mesas, exposiciones e interacción con los asistentes por parte de los colaboradores de Amazings.

Las temáticas tratadas serán de lo más variadas como podéis ver en el programa completo, por lo que es muy difícil que no encuentres algo que sea de tu interés  La entrada es libre hasta completar el aforo. En twitter y facebook hay gente organizándose para viajar a Bilbao.

El que suscribe intervendrá para hablar de criminalística interestelar y después participará en la mesa de astronomía. Todo ello el viernes 23 de 18:30 a 19:30. Nada me gustaría más que poder saludarte en persona.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Otra vuelta de tuerca a las neuronas espejo.



No hace demasiado tiempo escribimos para Amazings una pequeña introducción al estado de la cuestión de las llamadas neuronas espejo (que se puede leer aquí). En ese texto hacíamos una llamada a poner en su contexto y no entusiasmarnos con las especulaciones que sobre las presuntas funciones de las neuronas espejo algunos científicos, y muchos que no lo son, hacen.

En el último número de Perspectives in Psychological Science hay un especial sobre el papel de las neuronas espejo, en el que destaca especialmente el llamado Mirror Neuron Forum, donde reconocidos especialistas discuten tres cuestiones fundamentales: el papel de las neuronas espejo en la comprensión del lenguaje, la comprensión de las acciones de los demás y la comprensión de las otras mentes. El texto, de lectura libre, nos da sobre todo una idea de lo lejos que se está de conclusiones definitivas sobre el papel de las neuronas espejo y pone claros límites a las especulaciones. Repasamos a continuación las conclusiones más relevantes del debate, pero invitamos a los interesados a leer directamente las posiciones de los distintos investigadores por su interés.

Comprensión del lenguaje

El sistema de neuronas espejo tiene probablemente algún papel en cómo comprendemos el discurso de otras personas, pero es probable que este papel sea mucho menor de lo que se había venido afirmando. De hecho, el papel sería lo suficientemente pequeño como para que las neuronas espejos no puedan considerarse un factor causal en nuestra capacidad de comprender el lenguaje. Para decirlo gráficamente, los procesos relacionados con las neuronas espejo sólo contribuirían a la comprensión de lo que otra persona está intentando decir si la habitación es muy ruidosa o hay otras complicaciones que afecten a las condiciones normales de percepción del lenguaje.

Comprensión de acciones

Se ha sugerido que las neuronas espejo juegan un papel crítico en cómo y por qué comprendemos las acciones de otras personas. Hay muchas acciones físicas, como el revés a dos manos de Rafa Nadal, que nosotros no podemos hacer, pero ello no impide que comprendamos la acción perfectamente. Es decir, en contra de lo que proponen algunos de los que ven neuronas espejo hasta en la sopa, hacer no es necesario para comprender (nos remitimos al ejemplo del macaco y el leopardo en nuestro artículo en Amazings). De hecho, los datos aportados por los sistemas de obtención de imágenes neurológicas que se discuten en el artículo que nos ocupa demuestran que las acciones que nosotros mismos tenemos más experiencia haciendo, las acciones en las que somos mejores y comprendemos mejor, presentan de hecho una menor actividad de las neuronas espejo. Estos hallazgos sugieren que es necesario reevaluar el papel de las neuronas espejo a la hora de guiar nuestras acciones.

Comprensión de mentes

Uno de los papeles estrella que se han sugerido (aunque algunos lo hayan elevado a categoría de Santo Grial Neuropsicológico) para las neuronas espejo en los humanos es la compresión no sólo del lenguaje o las acciones de otras personas, sino de sus mentes y sus intenciones. Se ha sugerido (nos empeñamos en usar este verbo que pensamos que es, junto a sus sinónimos, el único válido) que hay algunas personas, como los autistas, que tienen dificultades en comprender las mentes de los demás, que podrían carecer de neuronas espejo. Sin embargo, numerosos estudios de investigación repasados en este artículo muestran consistentemente que las personas con autismo son perfectamente capaces de comprender las intenciones de las acciones de otras personas, lo que sugiere que las “intuiciones” acerca de los autistas y las neuronas espejo deben ser, al menos, revisadas.

Referencia:

Gallese, V., Gernsbacher, M., Heyes, C., Hickok, G., & Iacoboni, M. (2011). Mirror Neuron Forum Perspectives on Psychological Science, 6 (4), 369-407 DOI: 10.1177/1745691611413392

El cuarto gato: un juego de lógica y ciencia para el verano.

Ahora que en el hemisferio norte es verano y tenemos algo más de tiempo os proponemos un juego: encontrar el cuarto gato.

Para poder disfrutar de nuestros retos son necesarias varias condiciones previas: curiosidad, interés por la ciencia y que no te desanimen las apariencias. Todos los retos son resolubles con un poco de esfuerzo, a priori no hacen falta conocimientos específicos más allá de los fácilmente accesibles en la red. Eso sí, están diseñados para el nivel de los lectores de Experientia docet.

A continuación se proponen siete retos todos con la siguiente estructura A:B::C:? que se lee “A es a B como C es a ?”. El signo de interrogación es nuestro cuarto gato. Pueden existir varias relaciones lógicas entre A y B y algunas de ellas existirán entre C y nuestra respuesta; la mayoría serán búhos, respuestas que técnicamente son correctas, pero sólo una es el gato, la respuesta que cuadra perfectamente. Lo reconocerás cuando lo encuentres.

Todos nuestros retos giran en torno a grandes científicos de las grandes ramas de la ciencia. La investigación para resolverlos, aparte de divertirte, es posible que te descubra rincones de la historia de la ciencia que desconocías.

La respuesta al primer reto aparece escrita en blanco, debes seleccionar el espacio debajo de “Respuesta 1” para poder leerlo. Esto te permitirá saber cómo funcionan los retos. El resto de respuestas se irán publicando en esta entrada a lo largo del mes de agosto.

Cualquier duda me la podéis hacer llegar por correo o en los comentarios. También en los comentarios podéis publicar vuestras soluciones, que se consideran correctas si incluyen el razonamiento. Cuando acabe agosto los nombres (y enlaces si se proporcionan) de los acertantes se incorporarán a la entrada.

¡Espero que disfrutéis tanto resolviéndolos como yo diseñándolos!¡A por el cuarto gato!



Reto 1:

Linus Pauling: paz :: Marie Curie : ?

Respuesta 1

Linus Pauling y Marie Curie son las dos únicas personas en haber recibido dos premios Nobel en dos disciplinas diferentes: química y paz el primero y física y química la segunda. El cuarto gato es “química” que corresponde al segundo premio Nobel ganado por Marie Curie.


Reto 2:

Niels : Aage :: Manne : ?

Reto 3:

Emil Fischer : Hans Fischer :: Ludwig Boltzmann : ?

Reto 4:

Hooke : Newton :: Hilbert: ?

Reto 5:

James Cook : Anders Sparrman :: Robert Fitzroy : ?

Reto 6:

Masa : Henry Cavendish :: Edad : ?

Reto 7:

Dutrochet : [Schwam+Schleiden+Virchow] :: Ramón y Cajal : ?